Si no lo comunicas, no vale nada.
¿Haces presentaciones con público delante? ¿Tienes reuniones con tu equipo? ¿Hablas con clientes? ¿Te relacionas con seres humanos?
Si sientes que te falta autoridad cuando hablas, el mensaje no acaba de llegar al otro como quieres, te vas por las ramas o te dejas lo más importante por decir, tengo una buena noticia.