In company
Lo que vendas en tu empresa puede ser maravilloso, pero si no lo comunicas bien, no vale nada.
Quizás estés harto de presentaciones en tu empresa que aburren hasta al proyector.
De ver que tu comité de dirección no sabe transmitir todo lo que saben.
Observando a tus comerciales como no transmiten el verdadero valor de lo que venden.
O de asistir a reuniones que podían haber durado 25 minutos menos. Como poco…
Ya sabes.
Aburrimiento, ojos en blanco, segundos que parecen minutos, mirada al móvil y cuando parecía que algo se avanzaba, volver a la casilla de inicio.
Así que mi misión es clara, dar caza a la comunicación sin método, ni objetivo.
La comunicación sin objetivo es una práctica habitual en personas que piensan que el comunicador nace y no se hace:
Por eso saben valorar al comunicador que impacta, pero cuando llega su turno:
-
Empiezan con “buenos días”, “buenas tardes” o soltando el orgullo que sienten por estar ante ese foro.
-
Terminan con “muchas gracias” o “eso es todo”. O ambas, para no plagiar a los Looney Toones.
-
Las muletillas se esparcen por su discurso. “bueno”, “ehhh”, “pues”…
-
No saben qué hacer con las manos.
-
Ni cómo moverse por el espacio.
-
Miran a alguien conocido o a quien les ha caído bien a primera vista.
-
Las diapositivas son ladrillos de texto que animan a desconectar.
-
Se van por las ramas.
-
El nudo que sienten en el estómago los empequeñece.
Y así una y otra vez…
Y esto les lleva a:
-
Sacar el WhatsApp.
-
Alargar las reuniones cuando entran en bucle y dicen lo mismo tres veces.
-
No transmiten al potencial cliente lo bueno que es lo que venden y la competencia, con peor producto, vende más.
-
Tampoco las ideas que tienen en su cabeza.
-
Se enrollan como las persianas y se van por las ramas.
-
Se dejan lo más importante por decir.
-
Se creen que no les escuchan y la realidad es que es muy difícil entenderlos.
Y esto les limita a la hora de transmitir y vender.
Productos
Servicios
Ideas
Propuestas
Proyectos
Autoridad
Influencia…
Pero esto no es nuevo. Ya lo decía Pericles:
“El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa está al mismo nivel del que no sabe pensar”.
Quizá te preguntes:
– No lo entiendo, si todo el mundo lo hace así.
Bien, estupenda señal para hacerlo distinto.
La definición de locura es hacer lo mismo repetidamente y esperar resultados diferentes.
Albert Eistein.
Hablar no es comunicar.
Y el buen comunicador nace, sí. Pero también se hace. Con mentalidad, técnica y método, que es en lo que puedo ayudarte a ti y a tu empresa, para que a quien tengas delante le parezcas natural y quiera comunicar como tú.
De efecto inmediato
Aplicar la comunicación persuasiva y conseguir resultados no es algo que necesites practicar durante unos meses para recoger frutos.
No.
Si mañana tienes una reunión y vas al grano, aplicas estructura a tu mensaje y pones el foco en la otra persona y no en ti, lograrás la atención.
Lo siento, es así de duro.
Hay gente que lo prueba y me cree.
También hay gente que no se lo cree, pero tampoco lo prueba.
Está perfecto.
Esto no va de modas, ni de opiniones
Lo bueno es que lo que vas a aprender en esta formación funciona ahora, funcionaba hace 2.500 años en la Antigua Grecia y funcionará dentro de otros 200. Porque no estamos hablando de algo que esté de moda o del nuevo postureo de LinkedIn.
Los productos cambian, los servicios cambian, pero la naturaleza humana no lo ha hecho en 10 mil años. El comportamiento, nuestra reacción a determinados estímulos va a ser siempre así.
Lo que no va a cambiar es que ante algo que puede impactar siempre hay dos tipos de personas. Quienes dicen “cómo lo aplico en mi sector” y los que defienden “esto no vale para mi sector”. Los que dicen “la comunicación es una habilidad que se entrena y perfecciona y quienes tienen claro que “es una habilidad con la que naces”.
Demóstenes fue considerado el mejor orador de la antigua Grecia, cuna de la oratoria.
Después de su primer discurso público, fue abucheado y ridiculizado por su tartamudez. Otro hubiera vivido en la oscuridad para siempre, pero aquellas burlas supusieron un desafío para su carácter.
Durante años ensayó la oratoria en su casa poniéndose un cuchillo entre los dientes y llenándose la boca de piedras.
Demóstenes perfeccionó el tono del discurso idealista con pasión y preparación. Fue Cicerón quien dijo de él: “Demóstenes ha sido el orador perfecto”.
En mis cursos no hay cuchillos, ni piedras en la boca. Pero sí algo que tiene que estar presente en cualquier empresa. Ganas de superarse y ser mejores.
¿Has visto la película “El discurso del rey”?
El 31 de octubre de 1925, el futuro Rey JorgeVI, hubo de enfrentarse a un discurso en el estadio de Wembley, en Londres.
Aquello fue una terrible experiencia, sobre todo para él. Pero, también para quienes tuvieron que escucharle tratando de apoyarle moviendo la cabeza y los labios como para pronunciar las sílabas atascadas.
En la película se ve como su entrenador le hace llevar una dura rutina de ejercicios para ganar fluidez y salir triunfante en sus próximos discursos.
La película sacó a la luz un dato muy duro: la mayoría de las personas que tienen la dificultad de pronunciar está en paro.
Quien no tiene buena capacidad de comunicación pierde oportunidades cada día.
Y si las pierde tu equipo, las pierde tu empresa.
21 cosas que aprenderás en esta formación
-
La manera de empezar y cerrar tus presentaciones para enganchar a tu audiencia.
-
Un recurso del cine para atrapar a quien te escucha.
-
La clave para hacer que otros hagan lo que tú quieres.
-
Una postura con la que transmitirás seguridad y confianza.
-
Qué hacer con las manos para ser natural.
-
Por qué llevar un boli en la mano cuando hablas puede jugarte una mala pasada.
-
Una técnica de respiración que hará que bajen tus pulsaciones justo cuando tengas que empezar a hablar en público.
-
¿Por qué aprenderte tu discurso de memoria no sirve de nada?
-
La forma de mirar a los ojos para conectar y seducir a tu audiencia.
-
La estructura de discurso para generar más rigor y credibilidad que nadie.
Por cierto, este curso va más allá de hablar en público. Saber comunicar para tu equipo supone autoestima y confianza, los pilares para convertiros en equipo de alto rendimiento. -
Aprender a contar historias para generar emociones y pegarte como un chicle en la mente de tu audiencia.
-
Cómo jugar con tu voz y seducir al público.
-
Cómo celebrar un gol puede ayudarte a reducir tus nervios en público.
-
La clave para ser la persona más segura del escenario.
-
Cómo un mal envoltorio puede arruinar tu mensaje.
-
Cómo llevar a cabo reuniones de trabajo sin perder un minuto de tiempo.
-
Saber expresar con claridad todo lo que puedes aportar.
-
Mejorar la asertividad para tener conversaciones corporativas maduras.
-
Dominar la escucha para lograr la mejor información de tu cliente.
-
Aumentar tu autoridad a través de presentaciones memorables.
-
Cómo transmitir una buena actitud.
Y además, el curso incluye:
-
Sesión de briefing para conocer necesidades y adaptar contenidos (ejercicios, ejemplos…).
-
Soporte vía email durante 3 meses para resolver dudas de los asistentes.
-
Manual en pdf que se entregará a los participantes al terminar el curso.
-
La formación es una inversión exponencial porque pueden aprovecharla 5 o 15 personas por igual, con todo el valor que eso reporta en la organización, y por por el mismo precio.